El Córdoba CF cierra el año con triunfo. Goleada a Las Palmas (4-1), ese rival que siempre evoca una sonrisa en el cordobesismo. Goleada para cerrar un año histórico en clave blanca y verde. Un paso al frente de un equipo que va cada vez a más.
Varió el once Curro Torres, que salió con Carlos Abad; Loureiro, Luis Muñoz, Aythami, Javi Galán; Vallejo, Blati, De las Cuevas; Jaime Romero, Sebas Moyano y Jovanovic.
Comenzó el encuentro siendo intenso, con llegadas de ambos equipos, pero la más clara fue de Jaime Romero, quien cruzó el balón en exceso para estrellarlo contra el palo.
Siguió generando peligro el conjunto cordobesista, especialmente entrando por las bandas, con protagonismo para Loureiro, Galán, Sebas y el propio Romero.
Por parte de Las Palmas, Rafa Mir puso a prueba los reflejos de Carlos Abad, que le paró con mucho mérito un remate de cabeza casi desde el área chica.
Y a la réplica llegó el primer tanto del partido. Un gol de pundonor de Jaime Romero, que no dio el balón por perdido para cruzársela al palo largo a Raúl. El Arcángel se vino abajo con el gol de su equipo.
Tras el gol, los cordobesistas supieron defender la ventaja. Y así acabó el primer tiempo.
En el descanso, el míster sacó a Andresito por Sebas Moyano. Las Palmas evidenció su necesidad de voltear el marcador, dando entrada a Rubén Castro.
Y le salió bien a Paco Herrera, ya que el veterano delantero no tardó en crearse un par de ocasiones antes de revolotear en el área y hacer el tanto del empate.
Pero para veteranía y saber estar en el área… Piovaccari. Entró por Jovanovic y poco tardó en cazar un balón a la espalda de la defensa, controlarla con maestría y volver a poner a los blanquiverdes por delante.
Y otro menos veterano se sumó al festín cordobesista: Andresito. Paradón de Carlos Abad y contra de libro. Don Andrés se plantó solo ante el meta pío-pío y, lejos de ponerse nervioso, hizo el tanto de la tranquilidad.
Pero hubo tiempo para una más. Balón al hueco a Piovaccari, que se marchó de la defensa y puso el 4-1. Después, Blati se marchó ovacionado para dejar su sitio a Quintanilla.
Partidazo de los nuestros, llevados en volandas por una afición que disfrutó de lo lindo con su equipo. Pasen todos unas felices fiestas.
